En nuestra opinión, nos encontramos en un momento apasionante de cambio en nuestra historia empresarial; un momento muy ambicioso, de grandes posibilidades de mejora del modelo de gestión de nuestras organizaciones y de la obtención de importantes resultados positivos para las mismas.
La globalización que se ha producido en la última década está ofreciendo, a las compañías industriales que se lo plantean, grandes oportunidades de crecimiento, mercados más amplios y mejores condiciones para la compra de materias primas; estamos en definitiva, ante un entorno de producción más favorable. Pero este fenómeno supone ENORMES RETOS para la industria:
- En primer lugar, para sobrevivir a la competencia global, las empresas necesitan, en una primera fase y para las que todavía no se lo hayan planteado, la implantación y consolidación en su sistemática habitual de técnicas de Mejora Continua y otras herramientas basadas en el LEAN MANAGEMENT, con el fin de eliminar sus “desperdicios”, reducir costes, aumentar su productividad y aportar al mercado productos más personalizados y orientados al cliente, más eficientes y de mayor calidad.“La primera regla aplicable a cualquier tecnología es que la automatización de un proceso eficiente contribuirá a aumentar su eficiencia. La segunda, es que esta misma automatización aplicada sobre un proceso ineficiente potenciará su ineficiencia” BILL GATES
- Además, como consecuencia de esta globalización, la industria se encuentra en un momento de evolución, donde la gestión de la información proveniente desde todas las áreas de la empresa debe ser gestionada de forma eficiente y también en tiempo real, para así ser más flexibles y atender de manera más eficaz las demandas, cada vez más particulares y cambiantes de los clientes. Por tanto, en una segunda fase, la interconectividad en tiempo real entre todas las áreas de gestión de la empresa es el punto clave en este cambio.
En este contexto, el concepto de INDUSTRIA 4.0 expresa la idea de que el mundo se encuentra en los prolegómenos de lo que podría llamarse La Cuarta Revolución Industrial.Después del desarrollo de la máquina de vapor y de la mecanización (segunda mitad del siglo XVIII), después del desarrollo de la electricidad con fines domésticos e industriales (fin del siglo XIX), y después de la automatización (siglo XX), la nueva etapa (cuarta etapa) de la transformación industrial está sustentada en la llamada Fábrica Inteligente, caracterizada por la inter-conexión de máquinas y de sistemas en el propio emplazamiento de producción, y también caracterizada por un fluido intercambio de información con el exterior (con el nivel de oferta y demanda de los mercados, con los clientes y proveedores, con la competencia, con otras fábricas inteligentes, etc).
Por tanto, el término INDUSTRIA 4.0 (“Fábricas Inteligentes”) conlleva muchos significados, pero los primeros avances en este ámbito han dado como resultado la incorporación de una mayor flexibilidad e individualización de los procesos de fabricación,e implica un buen grado de automatización y de digitalización de las fábricas.
Recurriendo a Internet y a las redes virtuales con posibilidades de controlar objetos físicos, se pueden ir modernizando las plantas de fabricación hasta transformarlas en fábricas caracterizadas por una inter-comunicación continua e instantánea entre las diferentes estaciones de trabajo que componen las propias líneas de fabricación, de aprovisionamiento, de envasado, de logística, de post-venta, etc. La utilización de captadores y otros periféricos específicos, aporta a las máquinas y herramientas de la planta, una capacidad de autodiagnóstico que permite un control a distancia y a tiempo real, pudiendo tomar decisiones inmediatas para su mejor integración en el sistema productivo global de la compañía.
Desde Sistemic ofrecemos a nuestros clientes la posibilidad de implantar este tipo de metodología, así como la instalación y puesta en marcha de las herramientas apropiadas (hardware y software) para conseguir que su organización sea una INDUSTRIA 4.0.